Irlanda es una tierra que enamora, no solo por el encanto de Dublín, sino también por los impresionantes paisajes de su costa y sus acantilados o montañas como las de Mourne. Además, el país es un lugar donde la cultura sobresale por encima de todo, con la música y la literatura como principales exponentes.
Con solo pasear unos minutos por Dublín, encontrarás decenas de pubs con la mejor cerveza de la ciudad. Tomar una Guinness en los típicos bares irlandeses resulta una experiencia única. Pero la capital es mucho más que esto, por lo que no puedes dejar de conocer la tradicional arquitectura georgiana.
Si visitas Irlanda, no puedes irte sin ver los 8 km de los acantilados de Moher, los más famosos del mundo y que llegan a tener una altura de 214 m sobre el mar. Estos se encuentran en la costa oeste del país, a unos 250 km de Dublín.
Irlanda está repleta de castillos históricos. Debes visitar algunos de los más famosos, como el de castillo de Kilkenny, el de Dunguaire o el castillo de Blarney.
En la costa oeste, a solo 80 km al noroeste de Galway, se encuentra el parque nacional Connemara, un lugar impresionante para practicar senderismo y hacer rutas en bicicleta mientras se observan sus enormes lagos y la inmensidad de sus verdes praderas.
A la sombra de Dublín, Cork pasa muchas veces inadvertida, pero la ciudad del sur de la isla es un destino ideal si te gusta el mar. Puedes aprovechar para surfear sobre sus potentes olas o incluso para realizar una excursión en barco para ver ballenas.
El mejor momento para viajar a Irlanda es el comienzo del verano, en el mes de junio, ya que aún no hay demasiados turistas. La temporada alta se centra entre junio y agosto, cuando la temperatura ronda los 25 °C.
Irlanda forma parte de la Unión Europea y los ciudadanos de los países europeos pueden cruzar libremente sus fronteras sin visado.
El aeropuerto de Dublín es el principal del país e, incluso, se encuentra entre los diez más importantes de Europa. Tiene conexión directa con veinte ciudades españolas, gracias, sobre todo, a la aerolínea de bajo coste irlandesa Ryanair. El tiempo de viaje es de unas 2 h 30 min desde Madrid.
Viajar por mar a Irlanda es una buena alternativa, ya que, desde Santander, salen transbordadores a la ciudad de Cork por unos 300 €.
Irlanda ofrece todo tipo de alojamientos, en función del precio que estés dispuesto a pagar. Incluso te puedes alojar en algunos castillos, como el Kilkea Castle.
Las principales ciudades de Irlanda disfrutan de un buen transporte público. En Dublín o Galway hay trenes y autobuses públicos, con precios que rondan los 2 € por billete sencillo.
El tren es una buena opción para moverse por el país, ya que las distancias no son muy largas y los precios son económicos. Por ejemplo, un viaje de Dublín y a Cork ronda los 60 € y no llega a 3 h de viaje.
De la misma forma que el tren, el autobús representa una buena elección ya que las carreteras están en buen estado y ofrecen unas vistas privilegiadas. Los precios son competitivos, y se puede ir de Dublín a Galway por unos 25 €.
Irlanda es un país ideal para realizar un "road trip" (viaje por carretera), ya que puedes viajar con libertad para detenerte en cualquier punto. El alquiler, además, resulta económico ya que los precios rondan los 40 € por día. Eso sí, debes recordar que se conduce por el lado izquierdo.
En Irlanda apenas hay vuelos nacionales, solo dos vuelos directos entre Dublín y Kerry a un precio de unos 50 €.
El coste de vida en Irlanda se encuentra en un rango medio, ya que la comida es asequible, desde unos 5 € para la comida rápida hasta los 20 €, aproximadamente, en un restaurante más exclusivo. Si quieres beber una cerveza negra en un pub, el precio ronda los 6 €. Están ampliamente aceptadas las tarjetas de débito y crédito, por lo que no es necesario viajar con mucho efectivo.