Bañado por el mar Negro, Georgia es el país más oriental de Europa. Tierra de viñedos, destaca por sus paisajes y por la miríada de iglesias ortodoxas que alberga.
Este edificio medieval fue construido en pleno auge del Imperio bizantino y hoy es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La producción de vino en el país tiene una antigüedad milenaria. Muchos de sus caldos, como el Mukuzani y el Khvanchkara, poseen denominación de origen y es casi imposible encontrarlos fuera de Georgia.
Este monasterio fortificado del siglo XII se extiende por las grutas de la montaña Erusheti. Alberga la iglesia de la Dormición que, excavada en la roca, exhibe frescos medievales bien conservados de la Natividad y la de la resurrección de Lázaro, entre otros.
La capital de Georgia destaca por su amalgama de estilos arquitectónicos, sus museos y por la abundancia de edificios religiosos. Merecen una visita el museo etnográfico de H. Chitaia y la ciudad vieja, donde se encuentra el fortín de Narikala y los baños de azufre.
Esta localidad, a la sombra de la montaña Kazbek, ofrece una panorámica de la naturaleza caucásica. Es posible visitar castillos como el de Ananuri e iglesias que coronan riscos y montes.
Los meses de julio y agosto suelen ser extremadamente calurosos y húmedos, mientras que mayo, junio y septiembre gozan de temperaturas suaves. Ten en cuenta que en los bosques y zonas montañosas las temperaturas son más frescas, incluso en verano.
Los ciudadanos procedentes de la Unión Europea solo necesitan un carné de identidad válido para entrar en el país.
El aeropuerto de Tiflis recibe la mayor parte del tráfico aéreo internacional. Compañías como Air France, Turkish Airlines y Pegasus Airlines ofrecen vuelos desde España con al menos una escala. La duración mínima del viaje es de unas ocho horas y cuarto.
Hay autobuses directos desde Estambul y Bakú a Tiflis y minibuses que conectan con localidades de Irán, Armenia e Iraq. El viaje desde la capital azerí a la capital georgiana dura unas once horas y media y cuesta alrededor de 22 GEL (unos 6,75 EUR).
Ukrferry y Ferrysped operan ferris entre las ciudades a orillas del mar Negro, y desde Odesa y Estambul puede tomarse una nave hasta los puertos de Batumi y Poti. El trayecto de Odesa a Batumi dura unos tres días y el billete más económico cuesta alrededor de 375 GEL (115 EUR, más o menos).
Georgia dispone de apartamentos de vacaciones, hoteles y casas de huéspedes. En el Sunny Mountain House de Stepantsminda, puede disfrutarse de una estancia con vistas a las montañas del Gran Cáucaso, mientras que el hotel Kazbegi ofrece habitaciones recabadas de un antiguo centro vacaciones de época soviética.
Además de autobuses y minibuses, en ciudades grandes como Tiflis existe servicio de Metro, donde un billete sencillo cuesta unos 0,50 GEL (0,15 EUR). Batumi ofrece el servicio Batumvelo de alquiler de bicicletas. Los taxis operan en todo el país y se recomienda fijar el coste de la carrera de antemano.
Georgia cuenta con una red ferroviaria bastante extensa que une ciudades como Batumi, Tiflis y Gori. El tren de Tiflis a Batumi, por ejemplo, cubre el recorrido en unas cinco horas y cuesta a partir de 20 GEL (alrededor de 6,15 EUR).
Los autobuses y minibuses, denominados "marshrutkas", son un medio económico y funcional para desplazarse por el país. Compañías como Georgian Bus gestionan las líneas que conectan el aeropuerto de Kutaisi con ciudades como Tiflis, Mestia y Kazbegi.
Moverse en coche por Georgia permite visitar áreas remotas y pueblos pintorescos. Puede alquilarse un turismo por unos 71 GEL (unos 22 EUR) diarios.
Es recomendable disponer de moneda local para pagar los billetes de transporte, la comida y, en general, las pequeñas compras. En las grandes ciudades como Tiflis, se encuentran cajeros automáticos con facilidad, no así en las localidades más modestas. Un plato del día ronda los 15 GEL (4,60 EUR, aproximadamente) y una cerveza nacional, unos 3 GEL (más o menos, 0,90 EUR).